Enrique Pinti falleció a los 82 años y enluta este domingo con una sonrisa que se va, con un lúcido auditor de la realidad histórica y política que fallece.
Su primer papel en teatro en 1957, con apenas diecisiete años y una sola frase para decir que finalmente editaron porque no se escuchaba bien. De allí en más quedó la enseñanza que las palabras debían emitirse en voz bien alta, como una bandera.
Guionista, traductor y adaptador de temas musicales y escritor, comenzó con su amor por contar historias desde much chico escribiendo cuentos que el definía como horrorosos donde todos morían al final, luego vino su colaboración en Billiken y Caras y Caretas, su preparación teatral, Teatro Abierto, los grandes monólogos (desde 1973), los libros y su "Salsa Criolla" fundacional del teatro argentino.
El teatro fue su casa, el Teatro Liceo su 2do hogar por años transcurridos con diferentes puestas de "Salsa Criolla" que desde la incipiente democracia en los 80 nos interpelaba y contenía. Buscaba que los espectadores argentinos nos hagamos cargo del horror vivido y aquellas formas de pensar que llevaron a que esa página oscura de nuestra historia pudiera existir. Su repaso histórico era magnético e indispensable, para saber de donde veníamos y desde ese lugar poder pensar hacia donde deseábamos ir como país.
Dentro de sus espectáculos teatrales reconocidos estuvieron: Salsa Criolla, Recuerdos del Futuro, Circo Romano, El infierno del Pinti, Pericón.com.ar, Candombe nacional, Pingo Argentino, Vote Pinti.
