Por momentos parece un folletín sobreactuado al borde de la caricatura. Mientras la población en su mayoría se dirime en como llegar a fin de mes, gran parte del arco político se hundió en su microclima de campaña echando mano no tan nuevas fórmulas para acaparar la atención de la ciudadanía.
"Juntos por el Cambio" o "Juntos" en Provincia de Buenos Aires improvisa listas donde hay candidatos que no pueden defender la integralidad de la propuesta ni exhibir el ideario de su proyecto luego del fracaso contundentes de 2019.
Stolbizer dijo que firmó antes y no sabía que estaba Cariglino (ex intendente peronista de Malvinas Argentinas), Carrió llama "mitómano" a Manes y este dice que su principal virtud es no haber formado parte de los gobiernos de Macri y Vidal cuando estos hasta ahora fueron los principales referentes del partido por el que se candidatea. Bullrich corrida de plano luego de ser la principal exponente anticuarentena, decir que el gobierno había intentado cobrar coima a Pfizer siendo desmentida por el laboratorio y sugerir que el país debía haber entregado las Malvinas a cambio de vacunas a Pfizer.
En la Ciudad, "Juntos por el Cambio" va dividido en 3 listas y su principal colectora propone a Vidal que dejó de ser "orgullosamente bonaerense" y cambiando domicilio de Morón a Recoleta va por el sostenimiento del proyecto político de Larreta buscando ser dentro de 2 años candidata a Jefa de Gobierno. Junto a ella el economista Martín Tetaz, columnista de Radio Mitre y TN como en su momento fue Nicolás Dujovne quien luego se convirtió en el ministro de economía de Macri y pasó de aconsejar que no había que "volver al Fondo" (FMI) a firmar con su puño el regreso al Fondo sin pasar por el Congreso tomando una deuda de cerca de 50.000 millones de dólares.
El "Frente de Todos" presenta sus listas en unión y con una negociación que llevó un par de intensos meses con el principal argumentos del manejo sólido de la Pandemia dado por el gobierno y tratando de eludir la situación económica por demás desesperante para muchos ciudadanos, con un leve repunte en la actividad económica en los últimos meses aunque continuando la caída del salario real.
El país atraviesa uno de sus momentos más críticos porque a su pobreza estructural más las que dejó Macri sumado al endeudamiento lo atravesó (como al mundo) una brutal Pandemia con impacto sanitario, humano y económico que durará un tiempo. Los que están "arriba de la lona" imploran por no caer y los que tienen trabajo por no perderlo. El desclasamiento social fue moneda corrientes en este año y medio, millones dejaron de consumir o cambiaron hábitos, o perdieron la prepaga o sacaron a sus hijos del colegio al que habían soñado enviarlos... Los aumentos de alimentos y costo de vida tallan duro sobre un lánguido bolsillo que más allá de las palabras, los discursos y el márketing chocan con una realidad por momentos apabullante.
En este derrotero de sobrevivir y sostenerse de la población aparecen sonrisas calcadas de campaña, discursos desempolvados, blanqueos históricos políticos y las promesas de que todos será diferente. La gran diferencia es que la memoria colectiva recuerda cercanamente los 3 años de caída del gobierno de Macri al que ahora intentan ocultar detrás de supuestos "outsiders" de la política que vienen trabajando por ella en 2do plano.
Para el actual gobierno tampoco la Pandemia tapa todas las responsabilidades públicas respecto del "bienestar social" prometido en campaña. Pese a los Alivios Fiscales dispuestos y la regulación de aumentos de servicios, los salarios son insuficientes y la reactivación prometida, lenta. Los créditos Hipotecarios UVA siguen siendo una espada de Damocles en más de 100.000 familias, la creación de empleo se ve ralentizada por la crisis sanitaria y la inflación trepa más allá de los esperado. Además el acuerdo con los bonistas privados fue un éxito de la gestión Guzmán mientras que la tardanza de acordar con el FMI (que sigue sin asumir responsabilidades de haber violado su propio reglamento para prestar una cifra inédita sin control al gobierno de Macri) genera un escenario volátil cambiario que intenta sostener con reservas.
Un momento muy especial para un electorado alerta respecto de la elección de medio término. ¿Votará por memoria o confianza futura? ¿Se puede evaluar esta elección en tiempos de Pandemia como una prueba de confianza al gobierno de Alberto Fernández? ¿Se concentrará aún más el voto o por el tipo de elección se disgregará en distintos frentes? ¿Qué pasa si el radicalismo pasa a liderar el espacio creado por Macri? ¿Qué pasa si el armado de listas de la oposición a cargo de Larreta fracasa?
Hasta el momento se escucha y se ve una campaña alejada de la ciudadanía y cerca de los intereses particulares de cada armado político, excesivos sloganes y palabras pocos empáticas con una población agobiada por una recesión que se extiende en el tiempo y a la que se sumó la incertidumbre de la Pandemia que indica que el futuro y los tiempos personales son absolutamente relativos.
