SALVEN A LOS "CAFES & RESTAURANTES" - AMBA

Posteado el 11/08/2020

La situación es "Dramática" y ya lleva varias víctimas mortales en lo que va de la Pandemia. Pequeños bares y restaurantes cerrados hace casi 5 meses no resisten el embate de las facturas de servicios, costos fijos, sueldos y alquileres de una actividad donde el servicio y la mano de obra directa son el punto clave de su funcionamiento.

Mientras el gobierno nacional puso la herramienta de ATP (el pago del 50% de salarios con un límite de $33.750 por empleado) y los créditos con 24% de tasa, el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que tanto promueve la actividad como un emblema local a través de Ferias Gastronómicas, Jornadas temáticas y Campeonatos de platos típicos SOLO benefició con 2 cuotas de ABL a aquellos espacios que se encuentran cerrados por el Covid-19.

La única modalidad de trabajo habilitada hasta ahora es el Delivery y Take Away (comida para llevar) que en el mejor de los casos permite recaudar un 15% de la totalidad de la facturación de un restaurante. Los locales de grandes estructuras se encuentran endeudados y con personal excedente. Los pequeños locales no resistieron, en muchísimos casos (más de 1000 en la ciudad) la presión de alquileres, deudas y sueldos los obligaron a bajar la persiana.

Claro está que nadie pretende mandar a la infección a empleados y clientes, pero ¿Puede pedirse a un local (Pyme) que no abra su actividad y seguir cobrándole como si nada pasara impuestos, alquileres y servicios?

La situación de alquileres es diversa. Algunos propietarios entendiendo la situación y temiendo perder un buen inquilino comercial accedieron al pago del 50% mientras que otros se mantuvieron inflexibles como algunos locales frente a Plaza Cortázar en Palermo que con montos de 400.000 pesos de alquiler no quisieron bajar ni un centavo y los dueños de esos bares decidieron cerrar no teniendo más opción que terminar con la fuente de trabajo de decenas de empleados.

Un restaurante no es sólo un servicio suntuario para la clase trabajadora, media y alta que puede acceder a una experiencia gastronómica, sino una fuente de ingresos para una inmensa cantidad de laburantes. Desde bacheros, mozos, ayudantes de cocina, chef, pizzeros, bartenders, proveedores de productos alimenticios y bebidas. 

Hoy la actividad está en una situación CRITICA. Sin matices y más allá de las ayudas iniciales del gobierno nacional, hoy ya pasados 5 meses resultan insuficientes y la capacidad de resistencia de estos espacios se va agotando. Bares emblemáticos y restaurantes que superaron más de una crisis se dieron por vencidos. 

La Ciudad deja en manos de la Nación la ayuda a una actividad propia a la que echa mano cuando la promueve como actividad local.

El delivery sólo puede ayudar a mantener a una infima cantidad del personal de un establecimiento donde claro está que los comensales no van a buscar sólo comida sino una experiencia, un encuentro en un espacio distinto, un vínculo de familiaridad con los realizadores de sabores del lugar y sus anfitriones o la sorpresa de descubrir un gesto artístico (cocina de autor) fuera de su casa.

Mientras el Presidente Alberto Fernández acordó ayer con el Jefe Comunal Horacio Rodriguez Larreta que no flexibilizara el lunes la actividad gastronómica con mesas en la vereda de los locales (al aire libre el nivel de contagios disminuye según infectólogos), los dueños de restó siguen esperando el milagro de poder trabajar y explicando a las autoridades que no hay mucho resto para aguantar la situación.