"EL REINO": FICCION & REALIDADES

Posteado el 24/08/2021

Juego de espejos de una realidad contradictoria, compleja y contrastada. "El Reino" muestra con maestría de guión, dirección e interpretación los márgenes de la ética social en donde se mezclan los intereses y mundos detrás de la lógica de la manipulación y el negocio.

Todos servidores, aún sin saberlo, de un mismo patrón que nunca se muestra. La estética y su elenco, por momentos saturados, dan cuenta que el realismo le da espacio a una lectura más fantástica y digerible. Remarca este rumbo el niño del asilo con poderes mágicos buscando la redención de alguno de los integrantes de esta logia integrada por un carismático pastor mediático y su esposa. Morán y Peretti brillan en sus actuaciones.

Furriel interpreta a un inescrupuloso lobbista político que sin estridencias sabe que tecla tocar en cada quien para que cumpla su designio. Nancy Dupláa compone a una fiscal super creíble y 'argenta', que busca alejarse de la burguesía sistémica de la dependencia y como en la película "I como Icaro" de Yves Montand, cuando más intentará llegar a la verdad más oscuro tiende a ser el camino...

"El Reino" es la síntesis de excelente guión, interpretación y dirección. Una armonía con otra narrativa visual, un hallazgo dentro de las ficciones de las plataformas donde el imperio de las producciones norteamericanas empalagan con su desarrollo y temática. Las actrices y actores argentinos dando cuenta que tienen paño de sobra para competir y dar muestra del talento nacional más allá de la tele de aire donde hace bastante no hay inversión como debería haber para transformar las producciones audiovisuales en un bien estratégico y herramienta de ingreso de divisas.

Algunas entidades cristianas emitieron un comunicado haciéndose cargo de la historia cuando el hecho artístico no es documental ni informe periodístico.... Eso si, es posible que pueda llegar a ser un antibiótico para que no ocurra aqui lo que sucedió en Brasil donde un conjunto de mediáticos pastores bendijeron al Presidente más autoritario, discriminador, patotero, misógino, homófobo y racista que pudo tener nuestro hermano país. Si es así; en buena hora la ficción puede hacer reflexionar sobre las decisiones colectivas y la utilización del dogma para negocios paralelos, en algunos casos vinculados con los estados.